martes, 19 de octubre de 2010
lunes, 18 de octubre de 2010
El oido como el preciso de una barbaridad de recuerdos como el cal de una tierra seca, con la traquea seca y el relog me dijo que aumentaban las calorias del pequeño siguiendo al grande
acordandome ciegamente un amor como la carne, te pido unos segundos de silencio derritiendo el suelo para endurecer el cielo
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